Mañana domingo se cumplen años de aquel fatídico 15 de enero de 1999, cuando las costas de Magdalena se tiñeron de azul petróleo y todo se detuvo en el tiempo. Desde aquel momento hasta nuestros días han pasado no solo años y hoy podemos decir que en el 2023, la causa sigue en el mismo estado que el año pasado, sin resolverse.
Un poco de historia
El 15 de enero de 1999 era un viernes soleado y caluroso, el balneario de Magdalena se aprestaba para un lindo fin de semana. Turistas y vecinos del pueblo llegaban a refrescarse, sin percibir lo que algunos kilómetros río adentro se estaba desatando. A las dos de la tarde, en el canal de navegación intermedio, el Sea Parana, barco portacontenedores de bandera alemana, chocó con el Estrella Pampeana, un buque tanque petrolero de bandera liberiana al servicio de Shell Argentina. La colisión abrió el casco del petrolero y se derramaron 5.400 m3 en las aguas. Con el correr de los días, los vientos fueron llevando el crudo hacia la costa. Lo que era un apacible bañado con juncales, sauces y pequeñas playas se cubrió de negro.
La historia es conocida en Magdalena, incluso puede hablarse de una cicatriz color petróleo que atraviesa la memoria colectiva. No hay una mirada uniforme sobre el tema y persisten resquemores. Pasaron 20 años y el devenir judicial es demasiado complejo para resumirlo en las pocas páginas de una nota periodística. El 17 de mayo de 2009, una parte de la población participó de un plebiscito no vinculante que buscaba la aprobación de un acuerdo extrajudicial entre la Municipalidad de Magdalena y la empresa Shell CAPSA. Todo parecía encaminado para que el municipio cobrara los 9,5 millones de dólares pactados con Shell. A más de dos décadas del derrame y a 14 del acuerdo, la plata sigue sin cobrarse.
¿Cómo está hoy la causa?
Esta causa de reparación de daño ambiental lleva 24 años, sabiendo que del otro lado del mostrador hay una multinacional. Con un Estado nacional y provincial que nunca demandaron a Shell. Normalmente un incentivo para las acciones de prevención ambiental son las acciones punitivas. Pero el Estado nacional no le aplicó siquiera una multa. Tampoco el gobierno de la Provincia”. Por este desastre ambiental, no hay causa penal.
Por su parte, consultado al intendente Peluso, nos manifestó que «La causa esta igual que el año pasado. Así está la justicia lamentablemente en nuestro país». reflexionaba el jefe comunal esperando un pronto fallo que revierta esta situación que mantiene expectante a toda un pueblo que vivió en primera persona el mayor derrame de petróleo en agua dulce de la historia.
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