Con motivo de estar celebrándose los Juegos Olímpicos París 2024, creimos oportuno recordar a uno de nuestros atletas magdalenenses que tuvo participación en las Olimpiadas de Londres en 1948. Estamos hablando de Hermenelindo «Cholo» Alberti quien lo entrevistamos en julio de 2012 para la edición número 70 de Revista Urbano.
Urbano entrevistó al primer argentino que compitió en 400 metros vallas en un juego olímpico. Habló de sus comienzos en el atletismo, del viaje a Londres en el ´48 y del día de la carrera entre otros temas. También nos contó anécdotas que vivió en la villa olímpica y de los reconocimientos que Magdalena le hizo.
– Urbano: ¿A qué edad empezó a interesarse por el atletismo?
– Hermenelindo Alberti: Comencé con el atletismo a los 17 años en el club Gimnasia y Esgrima La Plata. Fue en un Torneo dominical en donde podía participar cualquiera, en esa oportunidad corrí 3000 metros y gané, entonces el entrenador me vio correr, le gustó y me preguntó si yo quería seguir practicando esta disciplina y ahí nomás le dije que sí; coordinamos y entré al equipo de Gimnasia.
Por recomendación del entrenador empecé corriendo 800 metros, me dijo “el físico suyo no está para correr 3000 metros”, entonces arranqué con esa distancia y la primera prueba que hice marqué 1 minuto con 59 segundos. Oficialmente la primer carrera en 800 metros fue en el club Gimnasia y Esgrima Buenos Aires, sin experiencia, éramos como 20, en el primer codo me pegaron un “codazo” y me sacaron de la fila (risas). Me vine más renegado que nunca, pero bueno eso se llama oficio. Después de esta mala experiencia y un problemita que tuve, el entrenador me recomendó que pasara a correr 400 metros.
– Urbano: ¿Cómo llega Cholo Alberti a las Olimpíadas de Londres de 1948?
– HA: En la categoría 400 metros en el ranking argentino estaba en el 4to. Puesto, con aproximadamente 49 segundos, ahí ya integrando el seleccionado argentino mi primer competencia fue el Sudamericano en Montevideo en el año 1945, ahí fui como suplente de 400 metros. En el ´47 vino el Sudamericano en Brasil, en ese momento yo estaba cumpliendo con el servicio militar, el entrenador me dice: “Alberti, usted tiene que ir al sudamericano, 400 metros hay muchos así que vamos a probar 400 metros vallas”. Al poco tiempo el club River Plate hace un torneo por invitación, en esa época corría López Varela que era campeón sudamericano y Antonio Mur. Yo era un desconocido en 400 metros vallas, pero corrí y gané; y de ahí en adelante empecé a entrenar en esa disciplina. Llegó Brasil del ´47 y ahí salí segundo, me ganó Guzmán el chileno. Entonces ahí viene el entrenador y me dice: “Alberti usted va a ir a las Olimpíadas como integrante de la posta por 400 4 x 4 y 400 metros vallas”, yo no lo podía creer, así que tuve que sacrificarme todo el verano entrenando, hice las preselectivos y llegué a Londres.
– Urbano: ¿Cómo fue ese viaje?
– HA: Estuvimos 18 días de viaje. Fue en barco y ahí viajamos los casi 300 atletas representantes de Argentina. Llegamos a Cannes, de ahí tomamos el tren en Marsella, cruzamos toda Francia hasta el Canal de la Mancha, tardamos como 25 horas, llegamos muy cansados, de ahí cruzamos a Dobher y de ahí en tren hasta Londres, estación Victoria. Ahí nos esperaban con los micros y nos llevaron a la villa olímpica que estaba en Richmond Park. De ahí nos separaron, las mujeres para un lado y los varones para el otro (risas). Richmond Park, era un parque que se había construido tipo hospital de campaña para los heridos de la segunda guerra mundial.
– Urbano: Hacía muy poco había terminado la segunda guerra…
– HA: Calculá, en el´48 estábamos en la post guerra. En Londres se respiraba ese aire. Estaba todo fraccionado. Había mucho control, te daban bonos para poder moverte o comprar lo que quisieras. Estaba todo en orden, porque el centro de Londres se veía manzanas íntegras arrasadas, solamente se veía una pared y después, donde supuestamente existían casas, no había nada. Por eso cuando me di cuenta de lo que estaba viviendo no lo podía creer, era como un sueño hecho realidad, encontrarte con toda la “crema” del mundo, la elite del deporte. Y así fue, se me dio la oportunidad, le hice caso al entrenador y llegué.
«Cholo» entra tercero y queda afuera por muy poco. El frances le gana el 2º puesto por un pecho.
– Urbano: ¿Recuerda quienes ganaron medallas?
– HA: Claro que si. Estaba Delfo Cabrera, Simoneto, Pascual Pérez, Mauro Sia, Iglesias, todos estos atletas se llevaron el oro. También estaba Valiente en tiro que salió medalla de plata.
– Urbano: Se enteró de algún caso de antidoping en la villa Olímpica o antes era todo más vulnerable?
– HA: Mirá, antes la verdad que no se hacía tantos controles porque el deporte no se lo veía del lado económico, era más amateur. Hoy por hoy, eso no se ve y cada vez los atletas ya nacen en un laboratorio.
– Urbano: Anécdotas que se puedan contar?
– HA: En la villa olímpica compartíamos mucho tiempo con los italianos, entonces un día estábamos tomando mate y se aparece un italiano, le damos de probar y no entendía nada pobre (risas) y en lugar de chupar la bombilla, la soplaban, así que imaginate el momento (risas). Recuerdo otra, que cuando terminaron las Olimpíadas, hicimos un asado (nos mandaban comida en barco porque en la villa era incomible, mucho frituras), conseguimos un portón viejo y ahí en la villa no se podía hacer fuego, era un parque de robles y nogales, entonces buscamos un poco de leña que había por todos lados y prendimos el fueguito. Al vernos vino corriendo el guardaparque a decirnos lo que ya sabíamos, que no se podía prender fuego, entonces uno de los muchachos agarró un cuarto de carne asada y se la dio, ni bien la probó nos dijo: “si vienen otros a decirles algo díganle que yo les di permiso” (risas).
– Urbano: Llegó el día de la carrera….
– HA: Me tocó correr la primera serie con Corcklan (americano), Andreu (francés) y un centroamericano. Solamente se clasificaba primero y segundo para la semifinal. Salimos todos muy parejos, pero faltando pocos metros, el francés, que era el campeón europeo, se estiró de arriba y me ganó ahí nomás, con el pecho.
– Urbano: ¿Sintió alguna vez que tuvo el reconocimiento merecido en Magdalena?
– HA: Mirá, en realidad no hay mejor reconocimiento que el de tu familia y amigos, por supuesto que si viene bienvenidos sean. Soy una persona que no me gusta hacer “alaraca” de lo que hice o de lo que fui. Recuerdo en el año 1995 en el gobierno de Sibetti y con la dirección de cultura a cargo de Analía Guerra me dieron el premio “Indio de Oro” y lamentablemente yo no pude asistir porque ya había reservado la estadía en Mar del Plata para ver los Juegos Panamericanos y era una oportunidad de estar presente, sino no hubiera tenido problema en ir. En mi lugar fue Marcelo (hijo) a recibir el premio. Después cuando reinaguraron el CRIM, vino Cristian Carballo y me propuso llevar la antorcha desde la entrada del CRIM hasta prender la llama, fue una linda experiencia y por último también debo agradecer al HCD y a José Haedo, el ideólogo, por declarar todos los 30 de julio el “Día del Deportista Magdalenense” en honor a mi participación en la JJ.OO. de 1948.
– Urbano: Gracias “Cholo” y agrega lo que quieras…
– HA: Simplemente decirte que estoy muy contento con el CRIM, con las nuevas instalaciones, con la pileta climatizada, la cancha de hockey, en realidad de todo el predio y esto es en beneficio de los chicos. Hay que sacar los chicos de la calle y que se dediquen a practicar deporte. Yo pienso que el Municipio tendría que tener alguna partida para aquellos jóvenes que se destacan en el deporte y que salgan a competir afuera, porque si no salen de acá se aburren y dejan el deporte. Hablando un poco más en general, Argentina la veo muy desposeída deportivamente hablando; el atletismo ha caído notablemente, antes en los 800 metros para arriba no nos ganaba nadie, hoy lamentablemente ni figuramos.
Foto tomada a bordo del Vapor Brasil en un alto del entrenamiento el 2 de julio de 1948. De izquierda a derecha: Bierdemann, Cabrera, Gueri y Alberti.
Entrevista y fotos: CM
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