El Ministerio de Salud de la Nación se suma a los organismos que eligen usar lenguaje inclusivo en sus documentos oficiales.
Como ya hicieron previamente PAMI, IOMA, ANSES, INTA, facultades de universidades nacionales, el Ministerio de la Mujeres, Géneros y Diversidad y otros organismos e instituciones públicos, el Ministerio de Salud de la Nación comenzará a utilizar lenguaje inclusivo y no sexista en su documentación oficial. La medida fue publicada este martes en el Boletín Oficial a través de la resolución 952/2022 y abarca a producciones, documentos, registros y actos administrativos de todos los ámbitos de la cartera y sus organismos descentralizados.
“Esta resolución es mucho más que una ‘e’, y a todas las personas que lo quieren reducir a eso las convocamos a que se informen, consulten y se pongan en el lugar de las otras personas que hasta ahora no se sintieron incluidas en las políticas del Estado”, dijo al respecto la ministra Carla Vizzotti durante un acto que tuvo lugar ayer en el Salón Ramón Carillo del ministerio en el marco de los 10 años de la Ley de Identidad de Género.
Entre los argumentos que esgrimen desde el ministerio, se encuentra que Argentina ha adherido a diversos tratados internacionales sobre derechos humanos orientados a la eliminación de toda forma de discriminación y violencia, los cuales poseen rango constitucional. Además, citan diversas leyes y decisiones administrativas vinculadas a géneros y diversidades, y también al Plan Nacional de Políticas de Género y Diversidad en Salud Pública, el cual establece en sus fundamentos la necesidad de «revisar el uso que hacemos de la comunicación» y «pensar en estrategias, lenguajes y formas más igualitarias que no tengan marcas que puedan interpretarse como discriminatorias o excluyentes».
A su vez, la norma remarca que «el marco normativo en materia de derechos de las mujeres y LGBTI+ debe complementarse con la modificación de patrones socioculturales que implican desigualdades y violencias entre los géneros que naturalizan la segregación, discriminación y exclusión». «El lenguaje es un producto social e histórico cambiante, a través del cual las sociedades construyen y expresan constantemente ideas, sentimientos, modos de pensar y esquemas de valoración», agrega.
Hacia el final, a su vez, sostiene que «modificar las formas de comunicación y dinámicas institucionales es una manera de acompañar las transformaciones de los patrones socioculturales, fomentando valores democráticos e inclusivos».
Según define el propio ministerio, se conoce como lenguaje inclusivo y no sexista a «construcciones lingüísticas y términos expresados de modo oral, escrito y/o visual que abonan al reconocimiento de mujeres y LGBTI+ y que no perpetúan estereotipos corporales, sexuales y de género».
Fuente: Infocielo.