Sentidas muestras de pesar provocó el fallecimiento, a los 98 años, de la abogada Angélica Carmen Bracuto, quien desplegara una destacada actuación profesional y dedicara ingentes esfuerzos a entidades vinculadas a su actividad.
Angélica Carmen Bracuto, nació en Vieytes, Partido de Magdalena, el 11 de enero de 1922. Era hija de Asunción Tomenela -Directora de la Escuela Rural N° 11 de Vieytes- y de Donato Antonio Bracuto, industrial que poseía una fábrica de productos lácteos en Vieytes. Para que los seis hijos del matrimonio pudieran estudiar, la familia se trasladó a La Plata. Así, Angélica cursó la primaria en la Escuela N° 13 de esta ciudad, y luego completó el secundario en el Colegio de Señoritas, hoy Liceo Víctor Mercante.
Se graduó de Abogada en el año 1944, en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata, a los 21 años. Ejerció la profesión durante 26 años, hasta que obtuvo su jubilación.
Estuvo vinculada con importantes estudios de Buenos Aires, entre ellos, con el del doctor Silvio Bonardi, quien fue ministro de Irigoyen y asesor de Arturo Frondizi. El doctor Santiago Fassi fue su profesor de Familia y Sucesiones y por pedido del mismo, trabajó en su estudio de Capital Federal.
Fue una de las fundadoras de la Asociación de Jubilados y Pensionados de la Caja de Previsión Social para Abogados de la Provincia de Buenos Aires, en la que se desempeñó como Vocal; integró el Consejo Directivo, fue Vicepresidente Segunda y Coordinadora de la Subcomisión de Turismo y Eventos Sociales. Desde esa entidad recordaron “con sumo afecto su paso por la institución”. Y destacaron, igualmente, “su proverbial generosidad, evidenciada en innumerables ocasiones, como también su vocación de servicio y su inclaudicable espíritu colaborativo”.
Además, durante 10 años fue Delegada ante la Federación de Asociaciones de Jubilados y Pensionados de la Provincia de Buenos Aires.
Se casó con el doctor Vicente Francisco Palmieri, médico de la Aeronáutica y del Hospital Complejo Médico de la Policía Federal Churruca. Enviudó en el año 1983. Allegados destacaron que a pesar de los momentos difíciles que le tocó atravesar, siempre evidenció su buen carácter y excelente disposición; le gustaba y compartía las reuniones con amigos, disfrutaba escuchar música de toda clase, incluyendo óperas, gustaba del teatro, tenía una vida social activa. Viajó al exterior y conoció varios países; primeramente conoció toda la Argentina.