Magdalena Urbana

Hablemos de marihuana

Esta escena pudo haber sucedido el último sábado 6 de abril en alguna casa de Magdalena. Un joven o una joven -pongamos una-, sentada al sol de las primeras horas de la tarde en el jardín de una casa, ve llegar a su abuela.
La doña le sonríe, con un gesto compinche, una risa de complicidad de abuela que quizás no veía desde hacía mucho tiempo…
– ¿De dónde venís, abu?
– Vengo de La Banca, querida.
-¿De La Banca a esta hora? ¿Estuviste de gira, abuelaaa?
-¡No, nena! fui a aprender a plantar marihuana. Ahora sé lo que es el cannabis, lo que es la sativa y la índica, lo que es el THC y el CBD. ¡Muy instructiva! Además la charla la daban unas madres ejemplares…

Como si se tratara del personaje de historieta Condorito, la “nena” hizo Plop! y su abuela se empezó a reír como hacía mucho tiempo no le pasaba. Es que además de estar particularmente alegre, por un rato había dejado de sentir los dolores habituales de la artrosis que la aqueja. Dos gotitas de aceite de cannabis bajo la lengua, de un gotero que le habían dado a modo de muestra en un taller, fueron un alivio y a la vez un puente entre generaciones. Generaciones que necesitan comunicarse y a veces no hay espacio para hacerlo.

-¿Almorzaste?, preguntó la abuela.
-No, recién me levanto… y el abuelo se fue al Unión a tomar un vermut con los amigos, aprovechando que no estabas…
-Entonces vamos a comer, tengo mucha hambre y traje unas cositas ricas.

La escena anterior es una ficción, pero la realidad es lo que sucedió el mediodía del sábado de la semana pasada en el pub La Banca de Magdalena, donde se llevó a cabo un taller a cargo de Cultivo en Familia – La Plata, una asociación civil que promueve el acceso a las fitoterapias y aboga por un marco regulatorio legal para el consumo del cannabis (marihuana), tanto en lo que refiere a lo terapéutico como al uso recreativo.

“El autocultivo como primer paso en el derecho a la salud” fue el título de la conferencia y debate en el que varias integrantes de Cultivo en Familia expusieron sus experiencias exitosas en el uso terapéutico del aceite de cannabis como así también su punto de vista sobre la despenalización de la hierba.

Durante la charla se vivieron momentos muy emotivos, cuando las mujeres de Cultivo en Familia mostraron sus vivencias personales en relación a casos de autismo y enfermedades de sus hijos o familiares, para los que la medicina farmacológica no tenía soluciones viables y en los que el aceite de cannabis demostró una gran efectividad. Allí, también aparecieron casos de padres de Magdalena, que encontraron en el cannabis una efectiva terapia para sus hijos autistas.

A lo largo de una exposición audiovisual de más de una hora y media, seguida atentamente por un centenar de personas entre las que eran mayoría los adultos de más de 40 años, se mostraron distintas variedades de la planta, las maneras de germinarla y cultivarla, los cuidados necesarios hasta llegar a la floración y la cosecha. También se enseñaron los métodos de extracción del aceite, los componentes activos y sus diferentes efectos terapéuticos y sensoriales.

Pero la charla no quedó sólo en la cuestión terapéutica y dio un giro hacia el debate sobre la despenalización de la marihuana, cuando el único varón de los expositores, usuario recreativo, expuso su punto de vista y sus profundos conocimientos sobre la planta ancestral y la necesidad de que su consumo sea legal.

Es que la penalización del cannabis no perjudica solamente al consumidor recreativo (las cárceles tienen muchos presos por tener marihuana para fumar y pocos grandes jefes narcotraficantes), sino también a los usuarios terapéuticos. El principal difusor del aceite entre este grupo de madres con hijos autistas, de alguna manera pagó con su vida la injusta ilegalidad del cannabis.

Las expositoras rindieron tributo al profesor Daniel Loza, un gran difusor del aceite medicinal y usuario de cannabis, que falleció por una enfermedad terminal agravada por su procesamiento por tenencia de marihuana, de la que había sido un cultivador y promotor pero nunca con fines comerciales. Con lágrimas en los ojos tres de las madres presentes contaron cómo el “profe Loza” las había ayudado en su búsqueda de remedio para solucionar el padecimiento de sus seres más queridos.

En tal sentido, las madres de Cultivo en Familia son conscientes del riesgo que corren y por eso parecen apostar por más, por salir de la clandestinidad, por poder compartir saberes, entonces conciben al conjunto de usuarios de cannabis como aliados.

El intercambio posterior a la charla demostró el gran interés de los presentes, todos vecinas y vecinos de Magdalena en interiorizarse por el uso del cannabis, sus efectos y marco regulatorio.

Algunos textuales

“Cultivo en Familia nació por la necesidad de hacer algo por ayudar a nuestros hijos, porque una para salvar a sus hijos hace cualquier cosa. En el tema cannabis terapéutico estamos todos al mismo nivel, es un aprendizaje que estamos haciendo tanto los médicos como las madres que lo usamos para ayudar a nuestros hijos. Nuestra misión es romper paradigmas impuestos en 100 años de prohibicionismo que tiene la planta. Somos madres que cultivamos por nuestros hijos, a quienes les ayuda, o por un padre, una abuela o un familiar”.

“Hay que empezar a deconstruir paradigmas, a perder miedos, el cannabis es una planta, tan sólo una planta. Después de hoy tienen que tender lazos entre ustedes, perder el miedo”.

“Nos instalaron que el cannabis es puerta de entrada a las drogas duras, sin embargo eso no es cierto, la puerta de entrada a las drogas es el acohol, con el que sí se pierde absolutamente la conciencia, y es legal”.

“Gracias a los fumones generosos salvamos a nuestros hijos, el que fuma marihuana de manera consciente no es un enemigo”.

“Debemos tener cuidado con los policías que en un operativo nos rompen todo y con los cogolleros (ladrones de plantas) que nos sacan nuestro trabajo, es necesario contar con un marco legal para lo que hacemos, que es legítimo”.

Cierre de no ficción

La nieta quedó pipona luego de la picadita con la abuela, se debían desde hacía mucho ese momento. En eso la abuela preguntó:
– ¿Por casualidad no te quedará algo de ese yuyito que casi te tiro a la basura la vez pasada?

Para contactarse y encontrar más información el Facebook de Cultivo en Familia – La Plata es
https://www.facebook.com/cultivoenfamilialaplata/

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