Magdalena Urbana

Hasta siempre capitán de viento y marea

Tuve le enorme suerte de conocer a Rodolfo luego que realizaramos esta entrevista con mi amigo y periodista de Urbano Leo Mudano alla por el 2007, y podría decir que no llegamos a ser amigos pero si grandes conocidos. Publique varios de sus libros y en cada visita compartimos, innumerables relatos de su vida repartidas entre su gran amor Margarita, sus viajes en el Yoyi y la medicina. Hoy, 28 de diciembre de 2023 nos deja fisicamente este querido personaje que se ganó el respeto de todos. Así te recuerdo, siempre con una sonrisa y mirando hacia adelante. Hasta siempre Rodolfo.

A continuación comparto parte de la entrevista realizada para revista Urbano de junio de 2007.

Cuando llevamos a cabo la producción y posterior realización de la nota que titulamos “Los personajes del año”, buscamos aquellos que se destacaron durante todo el 2006, bajo ese eje se centraba la búsqueda. En este caso algo similar sucedía, o sea, alguien destacado en lo suyo. Pero para esta ocasión además había que agregarle algunas particularidades que no muchos tienen: ser carismático, querido, reconocido. Casualidad o causalidad, horas más tarde nuestro entrevistado abrió la puerta y se asomó frente a nosotros con una sonrisa particular, unos anteojos que son una marca de él y un caminar firme y seguro, propio de una persona cargado de una mochila repleta de experiencia y enseñanzas.

Tal es así y a modo de ejemplo, vale rescatar esa anécdota que cuenta que en una reunión del Yatch Club Atalaya, hace 11 años atrás, de todos los presentes, nadie dudó en proponerlo al frente de la comisión. Y seguramente en cualquier comisión es un jugador que todos quieren tener.

Por esto y mucho mas, le presentamos a nuestro entrevistado: Rodolfo D`Onofrio, de 83 años y mucha más en historias y vivencias.

Urbano: ¿Cómo está conformada su familia?

Rodolfo D`Onofrio: Por mi padre, mi madre y yo que soy hijo único. Nací en Buenos Aires en una familia de clase media. Mi papa es médico y se vino a Magdalena en 1928. Yo tenia 4 años en ese momento. Luego comencé mis estudios primarios y secundarios y por supuesto hasta que me recibí de Médico en 1953.

Urbano: Cuando vuelve a Magdalena?

RD: Vuelvo en el 1942, pero antes me voy dejando un montón de amigas y amigos. Y dentro de ese grupo de amigas había una que me gustaba. Con esa chica fuimos haciendo un noviazgo a distancia a base de cartas, pero ojo, con un correo que yo escribía en Buenos Aires a las 11 de la mañana y ella lo recibía a las 6 de la tarde.

Urbano: Luego se casa con esta persona?

RD: Así es, lo hago con Margarita Celia Ortiz que hoy es mi esposa desde hace 57 años nada más (sonríe irónicamente). De ahí tenemos 3 hijos varones que a su vez nos dieron 9 nietos y una de ellas 2 bisnietos. Mis tres hijos son navegantes y dos nietos son además navegantes mundialistas. La tradición marinera nace aca en Magdalena ya que mi padre compra el primer barco y ahí empiezo a navegar con 11 años.

Urbano: Sabe que es un referente del Yatch Club?

RD: Lógico, porque cuando llego a Magdalena lo hago con mas de 50 años de navegante. Por otra parte es mi forma de vida. Siempre fue mi cable a tierra. Es mas, cambio un barco de mayor calado por uno de menor solo para venir a Magdalena.

Al momento de cambiarle de tema y preguntarle cuantas idas y vuerltas tiene al Uruguay con su barco, Rodolfo esgrime una carcajada y de fondo su mujer Margarita acota “incontables” y agrega “ si era enero las vacaciones, si era febrero los carnavales, semana santa también, íbamos con viento, tormenta, lo que sea”

Urbano: Le tiene respeto al río?        

RD: No solo respeto. El agua requiere conocimiento y equipo, entonces ahí no hay problema. Yo salgo y voy pero lo hago adonde se que llego seguro.

Urbano: Debe tener varias anécdotas…

RD: Malas no recuerdo, pero lindas si. Habíamos planificado con un grupo entre los que estaban Mario Tebaldi, el primero que encontré aquí con ganas de navegar y gente que ya había realizado el primer y segundo curso, una salida al mar. También iba Marcelo Solá. Planificamos un viaje a Piriápolis, eran mas de 20 horas de navegación con un puerto intermedio que era Montevideo. Pasó que en el viaje comenzó a soplar bastante viento del noroeste que nos llevaba y llevaba y de repente terminamos en una sudestada. Nos agarró cerca de Montevideo que de Atalaya. Se hizo de noche, la ola cada vez mas grande y el barco se sacudía bastante. Se achicó vela y se prendió el motor para poder avanzar. Algunos se acostaron porque se marearon y quedamos Marcelo y yo nomás.

Ahí fue cuando dije “cambiamos de rumbo, si damos la vuelta vamos directo a Sauce” y me dice: ¿Cómo sabes que vamos a Sauce? Por aquel reflejo dije. Es el que apenas se ve en el horizonte. El otro es Montevideo, el otro Colonia y aquel Buenos Aires y luego de un silencio me dice “es “n arbolito de Navidad al final” (risas).

Urbano: Hubo mujeres destacadas en el curso?

RD: Roxana D`ippólito. No sabes lo que es arriba de un barco, es buenísima. Otra que hizo el curso y resulto muy buena es la veterinaria Mónica González y también la directora de la escuela de Atalaya.

EL LEGENDARIO YOYI

Al Gran capitán lo traza una vida de agua y barcos. Seis son los que tuvo y los llamó Yoyi como así le decían sus padres.

Urbano: Cómo logra el barco escuela?

RD: Soy socio vitalicio del Yatch Club Buenos Aires desde el año 1956. Uno de los asociados me dice tengo una matriz de un barco, si me lo sacas me haces un favor. Esta media casi 8 metros, con el casco adentro y sin cubierta. Así que consegui un remolque y lo trajimos. El municipio nos dio $1800 para materiales, la escuela Técnica prestó el galpón y entre los mismos del club buscamos para terminarlo: el palo, el plomo y otras cosas.

Urbano: El Yatch Club Atalaya cumplió hace poco 11 años. ¿Cuáles es su reflexión?

RD: El núcleo social no ha tomado conciencia del esfuerzo que se hizo. De lo que significa tener un puerto en Atalaya. Pensar que le ofrecimos al municipio en algún momento traerle una regata de la Federación Argentina de Yate, esa fue la pérdida más importante de oportunidad que hubo. Se iba a llamar “La última regata del milenio” y se esperaban más de 50 barcos.

Urbano: Finalmente ¿Quién es Rodolfo D`onofrio?

RD: Un muchacho de familia de clase media que trabajó toda su vida fuerte. Que cuando se recibió de maestro empezó a trabajar para pagar sus estudios. Que tuvo un padre y una madre que lo acogieron muy bien y que tuvo la suerte de llegar a usufructuar y a usar bastante bien lo que me regaló el país. Finalmente, un individuo que tuvo mucha suerte de encontrar en la juventud muchos compañeros y amigos.

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