Es el principal productor de dulce de leche industrial del país y tiene una tradición familiar que se remonta hasta 1926. “Es una emoción muy grande. Cuando uno mira hacia atrás, resulta increíble lo que logramos”, dijo su presidente al recibir el galardón.
En la sexta edición de los Premios PYME, organizados por Clarin y Galicia, el reconocimiento a la trayectoria fue para Vacalin, una empresa que es sinónimo de dulce de leche en Argentina. La firma además produce quesos, helados, postres, crema, manteca y suero de queso. Fundada en 1972 pero con una tradición familiar con una historia mucho más extensa, la compañía apuesta al país y sigue adelante a pesar de las distintas crisis del país que fue atravesando a lo largo del tiempo.
“Es una emoción muy grande, tenemos una trayectoria muy larga”, describió Ernesto Rodríguez, Presidente de Vacalin. “Mi abuelo en el año 22 vino acá, y en el 26 empezó a repartir dulce de leche. Después puso una fábrica con 14 españoles más, e hicieron una sociedad grande. Mi padre más adelante fundó esta empresa hermosa, y ahí empezamos a crecer todos. La abrió con mi hermano y después me sumé yo. Es una trayectoria muy linda”, resumió.
Desde que Joaquín Rodríguez inició la tradición familiar, la rueda no paró. Él fue un ejemplo para su hijo mayor, Ernesto Luis Rodríguez, quien fundó la planta industrial Vacalin en 1972, en el pueblo de Bartolomé Bavio, Partido de Magdalena, en la Provincia de Buenos Aires. Su ímpetu incentivó a sus hijos, Hugo y Ernesto, que lo acompañaron y sacaron adelante la empresa.
“Yo empecé a los 15 años, haciendo reparto con los camiones. En ese momento entregábamos mercadería a panaderías y confiterías. Después empecé a meterme en la fábrica y a desarrollarme en la empresa. El camino se va abriendo solo, pero uno tiene que darle con todo uno siempre sale adelante”, contó Ernesto, que actualmente trabaja con sus dos hijos y su primo. “Formamos un equipo bárbaro, de casi 300 personas. Y vamos a seguir creciendo, porque tenemos muchas ganas y entusiasmo”, aseguró.
Pasión por generar emociones auténticas
Vacalin se caracteriza por su pasión y por la búsqueda de generar emociones verdaderas en quienes eligen sus productos. La empresa asume la responsabilidad de estar en la mesa de los hogares argentinos y todos los días busca superar las expectativas. Otro objetivo es crear experiencias memorables, permaneciendo siempre cerca de sus clientes.
“Estamos orgullosos. Por saber que alguien nos está mirando, que hicimos las cosas bien, que estamos por la senda del buen camino. Ojalá sigamos así para siempre. Es un mimo al corazón de todos nosotros”, indicó Juan Manuel Rodríguez, director de Vacalin. Contó que cuando al enterarse del reconocimiento se vivió un momento muy especial en la empresa. “Este premio no es solo nuestro sino de cada uno de los integrantes de la firma, también de nuestros proveedores y clientes, que nos exigen que cada día seamos mejores. Estamos para cumplir los estándares de todos los que interactúan con nosotros”, agregó.
Juan Manuel representa la cuarta generación familiar que se dedica al rubro, y está orgulloso del legado que recibió, por el que trabaja cada día. “Ya son casi 50 años que tiene la empresa, si bien la tradición familiar viene desde la década del 20, con la historia del dulce de leche, siendo hoy los principales productores del país. Por eso, para mí, recibir este premio es un orgullo”, dijo.
Definió a su padre, Ernesto, como un “obsesivo de la calidad, y con ganas de hacer siempre el mejor producto. Nuestra receta tiene muchos años y no ha cambiado en el tiempo”. Contó que en su casa siempre se consume Vacalin, y si por algún motivo compran otra marca, nota enseguida la diferencia:: “Lo probás, otro dulce de leche, un helado o un pedazo de queso y decís, está bueno, pero no es como el nuestro”
Ser genuinos, y seguir siempre adelante
¿La clave para seguir vigentes después de tanto tiempo? Para Juan Manuel, no quedan duda: se trata de ser genuinos. “No hemos cambiado el producto, si bien buscamos la forma de adaptarnos a necesidades de clientes. Somos abiertos, y estamos dispuestos a evaluar si aparece una materia prima mejor. Algún ajuste hacemos, pero somos muy celosos de nuestra receta”, aseguró.
Padre e hijo coinciden en que el trabajo es la base de la fortaleza para afrontar las crisis que tuvo que atravesar la empresa, al compás de los vaivenes económicos del país. “La única manera es ir de la mano. No hay nada más fuerte que las relaciones, los vínculos y el trabajo en equipo. Hay mucho dialogo -también, a veces peleas- pero buscamos el consenso. Siempre vamos para adelante, invertimos, sacamos productos nuevos, abrimos más tiendas, exportamos, y además incorporamos máquinas nuevas, haciendo foco en los sistemas y la automatización. Hoy el que no se sube a ese barco queda afuera, y nosotros queremos ir por más”, definió Juan Manuel. “Hay que poner el hombro y trabajar como locos. Así se sale adelante. Las crisis son difíciles pero dejan muchas enseñanzas”, agregó Ernesto.
En un contexto de incertidumbre como el actual, ambos consideran que el premio resulta una caricia, un reconocimiento para aquellos que se esfuerzan y apuestan por el país a pesar de todo. Para Ernesto, “este ha sido un año difícil, complicado. Igualmente, como siempre, nosotros seguimos trabajando, y dándole con todo” Su hijo completó la idea: “En estos momentos de zozobra, cuando uno duda si está haciendo las cosas del mejor modo, recibir un premio como este refuerza nuestra confianza”.
Fuente: clarin.com
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