Mitos sobre el etiquetado frontal en alimentos

A poco de conmemorar el Día de la Lucha contra la Obesidad, UNICEF cuenta la verdad sobre cuatro mitos sobre la alimentación saludable.

A poco de conmemorar el Día de la Lucha contra la Obesidad, UNICEF cuenta la verdad sobre cuatro mitos sobre la alimentación saludable.

La Ley de Etiquetado Frontal en alimentos tiene en la actualidad media sanción del Senado y aguarda ser tratada por la Cámara de Diputados. Al respecto, Unicef derribó cuatro mitos y expresó la necesidad de que sea aprobada. A poco de que se conmemore el Día Nacional de la Lucha contra la Obesidad, UNICEF llama a “derribar los mitos que se ocultan detrás del rechazo a un proyecto de ley necesario para prevenir la malnutrición, sobre todo de niñas, niños y adolescentes”.

La Ley de Promoción de la Alimentación Saludable, más conocida como Ley de Etiquetado Frontal, “beneficia a toda la sociedad argentina y especialmente a las familias más vulnerables que, según la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS 2) evidencian un 21% más de obesidad que las familias de ingresos altos”, según expresó el organismo.Según la OMS, en los últimos años aumentó el consumo de alimentos y bebidas envasados no saludables, con cantidad excesiva de azúcares, grasas y sodio, denominados ultraprocesados.

Esos productos son los que aportan a una malnutrición por exceso, que comprende el sobrepeso, la obesidad, y las enfermedades crónicas no transmisibles relacionadas con la alimentación, como la hipertensión arterial o la diabetes. Según explicó Unicef, actualmente Argentina tiene la tasa más alta de exceso de peso en menores de 5 años de América Latina: un 13,6%. Por lo que el etiquetado frontal, permitiría mejorar los entornos alimentarios para prevenir el sobrepeso y la obesidad, sobre todo en los sectores más vulnerables.

Cuatro mitos sobre el etiquetado frontal en alimentos

Es una ley para personas ricas = Mito

Según explica Unicef, la malnutrición por exceso afecta de forma diferenciada a los grupos más vulnerables; suelen estar inmersos en entornos no saludables, donde hay más posibilidades de obtener alimentos procesados y ultraprocesados, como también bebidas no alcohólicas azucaradas. Esas brechas sociales de la obesidad, explica, se incrementan según empeoran las condiciones socioeconómicas y las y los adolescentes de menores ingresos tienen un 31% más riesgo de padecer obesidad. Uno de los mitos de Unicef respecto al etiquetado frontal en alimentos es que «es una ley para personas ricas». Además, la oferta y comercialización agresiva de productos no saludables y particularmente efectiva en niñas, niños y adolescentes, quienes consumen 40% más de bebidas azucaradas y el triple de golosinas que las personas adultas.

El etiquetado no es efectivo para cambiar las conductas alimentarias = Mito

Según la Coalición Nacional para prevenir la obesidad en niños, niñas y adolescentes, existe evidencia de que el sistema gráfico de octógonos negros es el más efectivo, rápido y directo en informar y orientar en la compra de alimentos más saludables y en desmotivar el consumo de productos con exceso de grasa, azúcares y sodio, también llamados nutrientes críticos. Es una medida costo-efectiva que se mantiene en el tiempo y tiene mayor alcance: la implementación de la advertencia en el frente de los productos es en sí misma una herramienta educativa. Tal como informa Unicef, distintos países de América Latina, como Chile, Perú, Uruguay, Colombia y México, ya cuentan con etiquetado frontal de advertencias. Según Unicef, existe evidencia de que el sistema gráfico de octógonos negros es el más efectivo, rápido y directo en informar y orientar en la compra de alimentos más saludables.

Tiene efectos económicos negativos con relación a costos de fabricación, empaquetado y empleo = Mito

En cuanto a los costos iniciales que implica modificar las etiquetas, estos se realizan una única vez y consiste en imprimir los sellos necesarios para cada producto. La evidencia, según Unicef, indica que cuando se modifican los hábitos de las consumidoras y los consumidores, las empresas tienden a fabricar productos más saludables, lo que evitaría el costo que implica la modificación de un nuevo etiquetado. Además, explica, los costos sanitarios ahorrados por salvar vidas y evitar muertes asociados a la implementación de estos cambios exceden los costos que implican el tratamiento de la morbimortalidad asociada a la obesidad y las enfermedades crónicas.

La aprobación de la ley con modificaciones es la mejor opción = Mito

El proyecto de Ley de Promoción de la Alimentación Saludable cuenta con media sanción del Senado, tiene dictamen favorable de las comisiones y fecha para ser tratado en la Cámara de Diputados de la Nación, el próximo 26 de octubre. El mismo incluye medidas para prevenir el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades crónicas no transmisibles. Establece mejoras en los entornos alimentarios, restricciones al marketing de productos no saludables y el etiquetado frontal de alimentos, entre otras medidas.

Fuente y foto: Infocielo.com

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