La versión genera gran expectativa en medio de la suba de precios, que disparó la inflación de marzo y que promete volver a golpear en abril.
Las primeras informaciones indican que el Ingreso Familiar de Emergencia, que fue una herramienta económica clave durante la pandemia de coronavirus, se financiaría a través de un proyecto que se enviará al Congreso para gravar las ganancias extraordinarias que está generando el aumento de precios de los principales alimentos e insumos. En cuanto a los detalles que se conocieron se reveló que se trataría de un bono para trabajadores informales y monotributistas, con características similares al IFE que se otorgó durante la primera etapa de la crisis sanitaria por Covid.
Medios periodísticos destacan que la administración de Alberto Fernández financiaría este nuevo IFE a partir de un proyecto de ley que será enviado a Diputados, el cual tendrá la misión de gravar materias primas que se exportan como los granos, minerales, petróleo y gas, las que experimentaron fuertes subas de precios como consecuencia del cambio en las condiciones internacionales.
Desde Casa Rosada evalúan destinar los fondos que se obtengan por esta vía fundamentalmente a atender a los trabajadores sindicalizados, cuyos ingresos se han visto deteriorados por la inflación y que no pueden negociar una paritaria. A estos habría que sumarle los trabajadores informales y monotributistas.
Si bien todo está en análisis, aún no se definió si será un impuesto por única vez, o permanente, o un aporte. Al mismo tiempo se buscará establecer cuáles serán los valores que la iniciativa tomará como referencia a los efectos de determinar la ganancia extraordinaria.
Cabe recordar que el IFE ya fue cobrado en las ediciones anteriores por los siguientes beneficiarios: Trabajadores de la economía informal, Monotributistas sociales y de categorías A o B, Trabajadores de casas particulares y desempleados, titulares de la Asignación Universal por hijo (AUH) y por Embarazo (AUE).
Fuente: Diario El Día.