Muchos te recordarán por tu gigante aporte al padel de Magdalena, precursor incansable de este deporte que floreció hace años en nuestra ciudad gracias a tu invalorable aporte. Ya sea desde tus enseñanzas técnicas como de la vida misma también.
Recuerdo mi paso por el padel, cuando explotó y todo el mundo hacía canchas. Funcionaba una especie de Federación de Padel de Magdalena, que era la encargada de nuclear a todos los complejos (que eran varios) y de esa manera organizar los torneos en el año.
Cuando me tocaba jugar en Unión, el querido Angel era el primero que se acercaba y me decía: «A quien te vas a comer hoy…» como si los partidos fueran un trámite (risas). Así te recuerdo.
Pero, no solo voy a hablar del padel, porque al querido Angel tuve la suerte de conocerlo mucho antes, en el época dorada del Básquetbol en nuestra ciudad (años 85/89). El dirigía por supuesto al club Unión y Fuerza y yo estaba en la vereda de enfrente (Sport Club).
Apasionado como pocos y dueño de un carácter áspero para el que no lo conocía. Por supuesto que todo era parte del show y Angel lo manejaba muy bien.
Así te quiero recordar. Si bien no fuimos grandes amigos, pero si buenos conocidos.
Simplemente quiero rescatar todo lo que diste al deporte de Magdalena, porque no solo fue el padel donde Angel dejó su huella.
Hasta siempre querido Angel Gurina. El 2022 quizo que lo empieces desde bien arriba.
Besos a toda su familia.
por Cristian Montes de Oca