Magdalena Urbana

Argentina tuvo en Fangio a su máxima figura en la historia de la Fórmula 1

En los setenta años que cumplirá mañana la Fórmula 1, en distintas etapas, Argentina tuvo a grandes figuras, encabezadas por el el quíntuple campeón mundial Juan Manuel Fangio, y a dos subcampeones, Froilán González y Carlos Reutemann.

Antes del comienzo del mundial de F1, en 1950, el 6 de febrero de 1949 el recordado Oscar Gálvez, con un Alfa Romeo, venció a los europeos bajo la lluvia en Palermo, en una carrera de verano que anticipaba el interés que despertaría en el mundo “tuerca” esa categoría.

El “Aguilucho” se dio el gusto de correr una carrera puntuable y fue en 1953, en el entonces autódromo “17 de Octubre” de la Capital Federal: con una Maserati fue quinto, detrás de Alberto Ascari, Luigi Villoresi, José Froilán González y Mike Hawthorn.

Dos años antes, en 1951, Fangio ganaba su primera corona con un Alfa Romeo. Entre 1954 y 1957, el popular “Chueco” de Balcarce hilvanaría cuatro títulos más con las marcas Mercedes Benz, Ferrari y Maserati.

Carlos Reutemann fue el piloto argentino que más lejos llegó en la F1 en los ’70 y ’80, ya que en 1981 fue subcampeón en la gran frustración de su carrera: al mando de un Williams, perdió el título por un punto a manos del brasileño Nélson Piquet en la última carrera del año, en Las Vegas, boicoteado por su propio compañero de equipo, Alan Jones.

“Lole” Reutemann había debutado en la Fórmula 1 en 1972, en el equipo Brabham, y pasó por poderosas escuderías como Ferrari y Lotus, sin poder obtener el ansiado título. Se retiró en los primeros meses de 1982.

El necochense Benedicto Campos debutó en la categoría, y le siguieron Alfredo Pián, Onofre Marimón, Alberto Crespo, Pablo Birger y Roberto Mieres.

El “play boy” y aristócrata Carlos Menditeguy debutó con un Gordini en Buenos Aires en 1953, y su mejor posición fue un tercer puesto en el Gran Premio de Argentina de 1957.

El santafesino Clemar Bucci (1954-1955), Jorge Daponte (1954), Roberto Mieres (1953-1955), Jesús Iglesias (1955), Alberto Rodriguez Larreta (1960) y Adolfo Schwelm-Cruz (1953), son algunos de los nombres que también corrieron en la máxima, aunque esporádicamente.

El tucumano Nasif Estéfano (campeón post mortem de Turismo Carretera en 1973), corrió en 1960 en la F1 en el Gran Premio de Argentina y después intentó competir en Europa con un De Tomasso, pero sin suerte.

El sanjuanino Ricardo Zunino corrió con Brabham y Tyrrel entre 1979 y 1981, en tanto que el santafesino Oscar Larrauri (1988-1989), con Brun, apenas pudo correr siete carreras en la máxima.

El porteño Miguel Angel Guerra (1981) apenas pudo recorrer 400 metros con su Osella en Dijon-Prenois (Francia), y el arrecifeño Norberto Fontana (1997), con un Sauber, disputó cuatro grandes premios.

El porteño Esteban Tuero (1998), con un Minardi, logró su mejor ubicación con un octavo lugar en Imola (Italia). El último argentino que se subió a un F1 fue el platense Gastón Mazzacane (2001), quien participó en 21 carreras con Minardi y Prost, y su mejor ubicación fue un octavo puesto.

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