El periodista y docente está presentando su primer título, llamado «Para Pandora», que ya está a la venta.
Otro nombre se suma a la ola de escritores y escritoras de nuestra localidad que pese a la pandemia (o gracias a ella) pudieron organizar sus producciones, contactar editoriales y ver materializados uno de sus sueños: escribir un libro. En este caso, dialogamos con Federico Zanetto (32) periodista deportivo con varios años de trayectoria en medios de comunicación locales, entre ellos Urbano, que también se desempeña como profesor de Lengua y Literatura en varias escuelas del distrito. Actualmente tiene un programa de radio en FM Victoria, los domingos por la noche.
¿Cómo surgió la idea de escribir un libro?
No lo tenía pensado como un objetivo que fuera a darse inmediatamente. Tenía algunas cosas armadas, otras ideas sueltas en la computadora y en el celular a las que le fui dando forma en la parte más estricta del aislamiento. Pero no me sentaba a revisar la redacción pensando que en seis meses lo iba a publicar. De hecho lo tuve medio en el freezer y recién me animé a mandarlo a una editorial en diciembre de 2021.
No habíamos leído anteriormente cosas escritas por vos, ¿fue por esto de no tenerlo como objetivo?
Más o menos, un poco fue por eso y otro poco por ser medio reservado en ese tema. De hecho cuando publiqué en redes sociales que había escrito un libro ni siquiera lo sabía mi familia. De este proyecto solamente sabía Ine, mi novia, y algunos autores locales (Pablo Briguez, Francisco Maldonado, Mauro Delnero y Octavio Saldívar) a los que les fui haciendo muchas preguntas cuando empecé a tratarme con editoriales, ya un paso más formal. Siempre que en alguna charla salía el tema de si me gustaba escribir decía que no o contestaba con evasivas, tirando la pelota afuera. Es que en realidad yo siempre fui mucho más lector que escritor, mi rol siempre era el de leer las producciones de otras personas. Por eso ahora estoy tratando de destrabar ese temita, porque no estoy acostumbrado a que lean textos literarios hechos por mí (con los peridísticos ya estoy un poco más curtido) y ni hablar que me feliciten por ellos.
¿Se pueden encontrar las influencias de lo que leíste anteriormente en estos cuentos?
La idea es que se note lo menos posible porque anularía el marketing, si me gustara mucho Borges y mis cuentos fueran una mala copia de Borges ni te lo recomendaría, andá a leerlo a él que algo sabe (risas). Pero sí, algo se llega a ver igual, no tanto en las temáticas de los cuentos sino en cómo están construidos. Por ejemplo, el primer cuento se titula «La ventana» y está contado a través de los pensamientos del protagonista y los diálogos de él con su pareja no están presentados en un modo tradicional. Cuando lo terminé de escribir estaba leyendo la novela «Tengo miedo torero» del autor chileno Pedro Lemebel que es totalmente distinta en su argumento pero podemos encontrar algunos puntos de contacto en esas cosas más bien técnicas. Después hay un texto titulado «Robomenaje» porque es una versión con redes sociales del Poema 12 de Oliverio Girondo, que es un escritor que me gusta mucho.
¿De qué se trata Para Pandora?
Es una selección de cuentos breves y algunos relatos cortos. Está dividido en dos partes: por un lado los cuentos y por otro las «misceláneas», que le escapan un poco a cierta clasificación o a cierto hilo. Son textos bastante diferentes entre sí pero si uno quiere de todos modos les puede encontrar cierto hilo conductor. La primera parte busca contar historias comunes -si bien ocurren algunos hechos fuera de las leyes de la naturaleza- que nos pasan a todos. En la segunda aparecen reflexiones sobre la literatura y la figura del escritor.
¿Por qué el nombre «Para Pandora»?
Originalmente el archivo de Word se llamaba «Para Pandora.doc» porque era un rejunte de cosas, medio como la famosa caja de Pandora. Después me iluminé, me dije que era un título pésimo para un libro y directamente tomé el nombre que cierra la obra, basado en el mito griego de Pandora, a quien le habían dicho que no abriera la caja por nada del mundo y al hacerlo esparció los males por el mundo. Es un texto que habla sobre eso y una justificación de por qué lo hizo también. Siempre se la señaló con el dedo como si a nadie le hubiera pasado eso de actuar de buena fe y que le salga todo mal.
¿Dónde se puede conseguir tu libro?
Por el momento tengo un ejemplares para vender, por lo cual me pueden contactar si así lo desean. Después otra opción es comprarlos en la librería virtual de la página. Tengo la intención de que haya un par de puntos de venta en el partido de Magdalena pero no lo terminé de definir todavía.
¿Cómo fue el proceso de trabajo con esta editorial?
La verdad que muy bueno. Para Pandora está editado por Tinta Libre, una editorial cordobesa que tiene un modo de trabajar para destacar que es la impresión bajo demanda. Es decir, si vos ahora lo encargás en la página, no es que va una persona a un estante que está lleno con mis libros y te manda uno por correo. Lo que se hace es imprimirlo y encuadernarlo en el momento. Esto evita que haya decenas o cientos de ejemplares juntando polvo en los rincones. Es una alternativa más económica al reducir el gasto de la impresión y también es más ecológica, porque solamente se imprimen los necesarios.
Además me sentí muy acompañado, generalmente en editoriales más bien chicas o independientes son pocas personas las que se enfocan en un montón de cuestiones a la vez. En el caso de Tinta Libre ya perdí la cuenta de cuántas personas trabajaron en el libro, entre correctores, editores, asesores, encargados de la difusión de la obra, logística, etcétera.
La salida del libro coincide con un momento económico un tanto delicado, seguramente influyó también.
Totalmente. Si todo este proceso lo encaraba recién ahora en lugar de hacerlo hace seis meses, hubiera sido bastante distinto. De hecho hubo un par de retrasos en la impresión y el encuadernado porque la editorial tenía problemas con los insumos y los costos que se debían afrontar.
Ya son varios los autores de Magdalena que pudieron concretar la impresión de sus obras, es un empujoncito también para quien tenga ganas de hacerlo.
Por supuesto. Si algo vimos en este último tiempo es que acá hay escritores de una gran calidad y espero que yo no sea la excepción (risas). Está buenísimo que rompan esa barrera y se animen a dar a conocer lo que hacen. En estos años pudimos leer textos muy diferentes entre sí y dedicados a una variedad de público muy grande. Por suerte la comunidad reconoce el valor que tienen esas producciones.
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