El pasado 11 de setiembre fue el Día del Maestro, una profesión en la que seguramente el corazón juega un papel fundamental en la enseñanza de nuestros chicos. Por tal motivo quisimos homenajearla y en su nombre a todos los maestros, con esta nota que publicamos para la revista urbano en 2015. “Memorias de pupitre” se titulaba y repasaba un poco su rica trayectoria dentro de las aulas. Seguramente muchos se sentirán identificados, sobre todo aquellos ex alumnos que tuvimos la suerte de vivirla como maestra. Hyzel Gladys “Gurrucha” Vassena una maestra que se ha dedicó a la docencia durante más de 50 años. Toda una vida dedicada a la enseñanza y con el amor como única herramienta…

…lo notamos en su dialogo, en su trato, la sonrisa a primera vista, una didáctica que todavía lleva impregnada. Nos recibió en su casa, a cuadras de calle Brenan, un nombre que recuerda de manera especial, “…el Dr. Patricio Brenan era alguien especial, no recuerdo otro  velatorio tan multitudinario en Magdalena”.

Sus frases eran historia de primera mano, historias de un pueblo que supo forjar su Educación  a partir de pilares como ella, la señorita “Gurrucha”, a quien hoy quisimos homenajear.

Hoy su vida es muy activa lo que nos llevó a tener que  acordar un día especial para la entrevista (cada día de la semana tiene una actividad particular). Accedimos a su casa donde el orden y la limpieza priman entre recuerdos y emociones.

Prendió un “Virginia Slim”, abrió su álbum de fotos y me preguntó: ¿sabes quién es ese? (dejando caer su primera lágrima). En la imagen de la foto estaba ella, vestida de guardapolvo blanco, junto a uno de sus alumnos más queridos, Roberto “Indio” Correa. (Los lectores oriundos de Magdalena sabrán entender). Con esa pregunta emocionada encontré la diferencia que fuimos a buscar, el resto fue un dialogo rico de historia y de anécdotas que afianzaron lo que demostró en sus 50 años de trayectoria.

Urbano:¿ En qué escuelas trabajaste?

Gurrucha: Mi primera escuela fue cerca de Bavio, la Nº 25, a los 15 días titularice en Verónica y allí me quede por 5 años. Luego pase a una escuelita en Hudson por un año. Hasta venir a mi querida Escuela Nº1 donde me quede trabajando 32 años hasta que me jubilé como vicedirectora. También trabaje en Gendarmería Nacional dando clases al personal. Un capitulo aparte en mi carrera, fue mi paso por la Escuela Técnica, como bibliotecaria, donde tengo una infinidad de buenos recuerdos.

Urbano: ¿Qué alumnos recordas de manera particular?

Gurrucha: Es tan difícil porque han sido tantos, pero tengo la imagen de Javier Ganon (Padre de Julian Ganon, candidato a Intendente en las últimas elecciones) al cual le reconocí una disminución en su visión, por el esfuerzo que realizaba para ver el pizarrón. Recuerdo eso porque me sentí muy conforme ya que había sido útil en algo más que en su Educación. Logramos con nuestra intervención que él vea mejor y que sea más feliz. Hoy es un médico muy reconocido y lo aprecio muchísimo.

Por otra parte recuerdo mucho a  “chono” Montes de Oca del cual me quedaron muchas anécdotas. Y que se me vienen a la memoria cada ves que nos encontramos y me saluda con un grito: “mi maestrita de 1º grado…” en ellos dos vaya mi homenaje a todos mis alumnos de los que todavía sigo aprendiendo.

Urbano: ¿Qué cambios, con respecto a la Educación, notas que se hacen presentes hoy?

Gurrucha: La escuela es parte de la sociedad y si esta cambia la escuela porque no. Si hoy los padres son más permisivos esto se va a notar en el aula. Antes era otra la historia, “ojo con faltarle el respeto  a la maestra…” ese era el lema. La maestra tenía siempre la razón. Digamos que ambos, padres y maestros tirábamos juntos hacia el mismo lado. Los padres se acercaban a la Escuela, pero no para quejarse, sino para colaborar. Era otra realidad, ni mejor ni peor, es cuestión de adaptarse y nunca dejar de pensar en los chicos pues son nuestro primer objetivo.

Urbano: ¿Quiénes te acompañaron en este viaje?

Gurrucha: Bueno sin duda que mis familiares, mi querida “Quecha”… pero bueno no los voy a nombrar a todos porque temo olvidarme de alguien. A las que si voy a nombrar son a mis queridas compañeras, Lia Aranzolo de Guerra, Petete Ferro, Flora Vicente de Corsiglia, etc. Maestras con todas las letras, tan buenas compañeras con las que he transitado este camino donde creo que hemos dejado una huella importante para que los próximos maestros la transiten.

Urbano: ¿Algún momento feo de tu carrera?

Gurrucha: Ninguno, solo cuando terminaba el ciclo y me daba cuenta que ya no iba a estar más con mis alumnos, lloraba junto a los padres, la relación era muy fuerte recuerdo. Eran como mis hijos, yo al menos lo sentía así.

Urbano: Algún mensaje para los jóvenes.

Gurrucha: Si, que piensen en la Docencia como profesión, necesitamos docentes fuertes en su formación. Aquí tenemos un Instituto, al que hay que apoyar por que brinda la posibilidad a jóvenes que por diversas cuestiones no pueden viajar y se encuentran, sin querer, con una profesión mágica, como es la docencia. Que los atrapa y les permite aportar a la misma sociedad en la que viven.

Así terminamos la charla, que se hizo larga, imposible de redactar. Porqué se llenó de emoción y recuerdos algo difícil de cortar y que me llevo a ignorar mi apunte de preguntas. Respetuosamente me acompañó hasta la puerta, nos despedimos con el compromiso de volver y me quedé pensando sobre la poca importancia que le damos al recuerdo y la impronta que dejan en el alumnado las personas que son nuestras guías  en la infancia, los docentes, que son los que dejan huellas muy positivas para la vida. Cientos de alumnos han pasado por las clases de “Gurrucha”, de los cuales hoy muchos son docentes, entonces su modelo sigue vigente.  En palabras del filósofo Fernando Savater, los maestros y las maestras son los primeros adultos que no forman parte de la familia que toman contacto con los niños y constituyen por tanto prácticamente su primera relación social. Por ello tienen la responsabilidad de proporcionar, además de conocimientos, modelos de vida. Aquí presentamos uno y con él un homenaje a cada docente de nuestro distrito.

Por Fabian Castillo