por José Luis Montero.
Y, de pronto, aquel breve y grato espacio frente a la Iglesia Parroquial de Magdalena reservado para los juegos de niños, en un estallido casi de lisonja ejecutiva municipal, se convirtió hace poco en un ámbito acotado, relumbrante de colores, VEDADO EL PASO NATURAL AL TEMPLO RELIGIOSO, en una acción urbana tan inverosímil como despótica de la norma local.
DESVARIO URBANO
El sorpresivo e inaudito gesto, me recuerda aquella remanida frase de algunos gobiernos populeros que, al cabo de ejecutar alguna acción de dudosa aceptación ciudadana espetan: “Disculpen, estamos trabajando para usted”. Aquí, ni eso, claro. Aquí, cabría alguna otra que orientara: “Si desea asistir como siempre a algún oficio religioso, dé la vuelta”.
Este disparate urbano, del que a lo mejor yo solo escribo críticamente pero que cientos de personas lo lamentan en silencio, me cuesta creer que haya sido creado adrede para menospreciar el ORDEN HISTORICO DE LA CONFIGURACION DE LA PLAZA o para jorobar a buena parte de los vecinos que la transitan desde su nacimiento poblacional. Pero tiene necesariamente que haber habido alguna intencionalidad disimulada. NO PUEDE DEBERSE TODO A TORPEZA.
Acierto a suponer dos o tres razones: a) Los inspiradores no son de Magdalena y por lo tanto ignoran que gente mayor asiste cotidianamente a la Santa Misa y otros oficios religiosos. B) No son católicos y solo por el hecho de disgustar. C) Por ignorancia pura.
AL TUM TUM
Cortar de ese modo una traza que es biografía pura para destinar a ampliar un viejo sector para juegos infantiles es, por lo menos, una falta rotunda a la historia, a la tradición, y al sentimiento religioso de todos, despreciado…
Claro que, por el resquicio de la puerta, algún viejo insolente acotará cínico y guasón: “Si se pueden hacer las cosas mal, ¿para qué hacerlas bien?” Después vendrán las excusas; las justificaciones. Pero antes de ellas uno humildemente se pregunta: ¿NO SE PUEDEN EJECUTAR ESTAS U OTRAS MODIFICACIONES PENSANDO EN NO PERJUDICAR A NADIE?
Ya sé; para los políticos improvisados ciertas torpezas metropolitanas suelen estar exentas de reconocimiento y vergüenza.
A partir de ahora, pues, los Domingos de Ramos, por ejemplo, inicios de Semana Santa, ya no se iniciarán procesionalmente desde el rodeo del mástil central como se hizo siempre. Una cuestión menor. Cerrado el paso por el genoma de ciertos dirigentes, un ramo es sólo un ramo. Sólo eso.
Prioridades son prioridades. Con o sin procesión. NO IMPORTA EL DICHOSO URBANISMO HISTÓRICO DESDE SU INSTAURACIÓN ni la practicidad de las costumbres hechas cultura, ni los mismísimos hábitos ciudadanos. El Ejecutivo decide a priori desde sus antojos mandamases e ignorancias mandamenos, nuestras vigentes normas urbanas.
A veces, al tum tum.
HITOS RECORDATORIOS
Reconozcamos que el hecho de cortar decididamente el tránsito natural de personas desde la Plaza Mitre en dirección contínua al Templo Parroquial a cambio de extender el viejo espacio dedicado a los juegos para niños, es absolutamente frívolo e inédito. NADIE SE HABIA ATREVIDO A EJECUTAR TANTO POR TAN POCO.
Y al cabo, saco cuentas: casi todos los gobernantes suelen traspasar su gestión de años con acontecimientos destacados en su haber, convirtiéndose con el tiempo en hitos; mojones de su gestión. No sería exagerado entonces pensar si en el futuro, a las actuales autoridades democráticas se las identificara como aquellas que cortaron el tránsito natural de personas a cambio de ampliar un sector de juegos infantiles.
Una fuerte duda me asalta: si los citados juegos, en su momento se hubieran iniciado frente al Palacio Municipal… ¿HOY LOS HUBIERAN EXTENDIDO HASTA ENTORPECER – ELIMINAR – SU ACCESO DIRECTO AL EDIFICIO?
Pero, por si acaso, y para darle coherencia a lo hecho, sería preciso instalar ya un cartel así de grande que ubicado en el paso suprimido expresara: “PROHIBIDO PASAR” Niños jugando”.
Pero, ¿coherencia, dije?
¡Salud!
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