La Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales y el Sindicato Único de Empleados de la Industria de la Pirotecnia y Afines llegaron a un acuerdo para eliminar la fabricación de «bombas y petardos de suelo».
El director de Relaciones Institucionales de Caefa, Ezequiel Asquinasi, confirmó la noticia en el lanzamiento, por segundo año consecutivo, de la campaña nacional “Celebremos siempre con fuegos artificiales amigables”. «Se van a empezar a eliminar los productos pirotécnicos debido al daño que provocan a personas con hipersensibilidad auditiva», agregó Asquinsani, quien dijo que se promoverá “el uso responsable de los productos y se alentará la elección de aquellos con bajo impacto sonoro o lumínico en reemplazo de las bombas de estruendo o morteros”.
Por su parte, Guillermo Cantatore, secretario general de Sueipa, sostuvo que “este cambio se tendría que haber hecho hace diez años”, si bien recalcó que «son los propios chicos los que cambiaron los gustos: rechazan los que hacen mucho ruido y prefieren los de bajo impacto”. A su vez, Cantatore alertó que “los globos (luminosos, que se usan para las fiestas de fin de año), que son muchas veces causante de los incendios, nunca estuvieron regulados por la Anmat”. En tal sentido, manifestó que «controlar la venta ilegal de fuegos artificiales es muy fácil porque no son muchos los que pueden vender». Señaló que «la Anmat sabe dónde están los depósitos y los comercios habilitados».
Grupos defensores de los animales y familiares de niños autistas consideran que la medida es insuficiente y pidieron que no se permita ningún tipo de pirotecnia en las fiestas de fin de año. Marcos Goldschmidt, padre de un joven autista reclama por el fin de la pirotecnia y juntó más de 150 mil firmas en Change.org, mientras que la ONG Sin Zoo insiste con el daño que el ruido causa a los animales: «Les genera taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de control, miedo y muerte”.