Un informe del Comité Nacional para la Prevención de la Tortura, relevó que la letalidad del coronavirus en el sistema penal de encierro es del 3,4 por ciento frente al 2,4 por ciento que hay en contexto de libertad.

Mientras avanza la campaña de vacunación en todo el país y la mayoría de las provincias ya inmuniza a persona a partir de los 40 años, el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura (CNPT) instó al Gobierno nacional y a las provincias a que se avance con la vacunación en cárceles por la mayor letalidad que tiene el virus ente las personas privadas de la libertad.

Un informe del CNPT, relevó que la letalidad del coronavirus en el sistema penal de encierro es del 3,4 por ciento frente al 2,4 por ciento que hay en contexto de libertad.

En este sentido, la abogada y comisionada del Comité, Diana Conti, aseguró que “las pésimas condiciones de aislamiento del sistema penitenciario deterioran la salud de las personas privadas de su libertad”. “La personas presas tiene mayor riesgo de muerte”.

Ante la consulta de este medio, fuentes del Servicio Penitenciario Federal informaron que hasta la fecha 2.191 personas privadas de la libertad ya fueron vacunadas con la primera dosis, mientras que apenas 161 completaron el esquema de inmunización, sobre una población total de aproximadamente 11.400 presos. 

La semana pasada, la muerte por coronavirus de una interna de la cárcel de mujeres de Rosario y el contagio de 30 reclusas encendieron todas las alarmas del sistema carcelario de la provincia de Santa Fe. La defensora General santafesina, Jaquelina Balangione, advirtió que en ese centro de detención hay un brote de coronavirus.

“Los presos tienen los mismos derechos de acceder al plan de vacunación que el resto de las personas”, señaló Conti, al tiempo que señaló que existe “apatía social” contra la población que vive en el encierro.

“La idea de que se pudran en la cárcel no tiene ideología. Lamentablemente ese sentimiento cruza transversalmente a gran parte de la sociedad. Hay una opinión pública muy refractaria en contra de que se vacune a los presos, expresó.

Ante esta situación, Conti sostuvo que es necesario un cambio cultural: “Siempre existieron prejuicios respecto de las personas privadas de libertad, pero hay que entender que tienen los mismos derechos que los demás. Solo están privados de su libertad”, dijo Conti. “Hay que generar dignidad en los encierro”, agregó.

Por último, la abogada señaló que si en las cárceles no hubo una crisis sanitaria “cómo si las hubo en los geriátricos” fue gracias al comportamiento de la comunidad en el encierro, que sufrió restricciones de no tener visitas y no tener comunicación con el afuera.

”Existe una conciencia sobre que a la pandemia hay que enfrentarla entre todos todos y todas las personas presas y sus familias”, indicó.