Entrevista al joven de 18 años, que el fin de semana participó en el Campeonato Argentino de pista Junior, ocupando el segundo lugar del podio en la categoría Persecución por equipos.
Durante el último fin de semana se llevó a cabo el Campeonato Argentino de pista Junior, que contó con la presencia de Lucio Formigo, joven ciclista local que cumplió una muy buena actuación, llegando a subirse al podio en una de las categorías. El deportista fue entrevistado el pasado lunes por Carlos Sánchez, en La mañana de la radio (FM 92.9) y comentó sus sensaciones luego de unos días más que intensos.
¿Cómo fue el desarrollo del torneo, hasta llegar a conquistar la medalla plateada?
La competencia arrancó el viernes, pero estuve en Córdoba durante toda la semana para reconocer bien la pista. Tuve la presentación individual por la mañana, la clasificación a la cual no me dieron los tiempos. Hice tres kilómetros en 3 minutos y 50 segundos, pero no me alcanzó porque quedé noveno y clasificaban los cuatro mejores tiempos. Después a la tarde hice la carrera “normal”, de pelotón. Tuve la clasificatoria y quedé tercero. Por la tarde tuve la final y quedé octavo, muy cerquita, pero no se pudo dar.
El sábado fue todo lo puntuable, también de pelotón. Ahí vas sumando puntos y el que gana es el que se queda con la competencia. Pude sacar una vuelta, con lo que sumás 20 puntos. Anduve muy cerquita y quedé sexto.
El domingo, con un muy buen tiempo, hice 4 kilómetros en 4 minutos 57 segundos y quedamos en el segundo puesto. A la tarde fue la final y largamos en el partidor, dimos una vuelta y me enganché con un compañero. Los otros nos dieron alcance enseguida y bueno, ganaron ellos. Pero estoy muy contento. La verdad es que después de tanto esfuerzo y de tanto entrenamiento, este campeonato iba por la primera medalla nacional y hasta el sábado a la tarde estaba medio amargado porque no se nos daban las cosas. Pero el domingo tuvimos suerte. No en la final, pero logramos la medalla.
Y el regreso a Magdalena debe haber sido muy emocionante…
Sí, me estaban esperando todos. Fue un momento muy lindo.
Contanos cómo es la modalidad de persecución por equipo, para la gente que no la conoce.
Es una especialidad de cuatro ciclistas que quedan enfrentados, uno del lado principal y otro del lado opuesto, y se empiezan a correr. Son cuatro kilómetros, son cuatro vueltas cada ciclista. En este velódromo fueron 16 vueltas. El que hace mejor tiempo gana. A nosotros nos dieron alcance y fue como ganaron la corrida. Es una especialidad muy compleja. Me caí y no se pudo volver porque es una prueba de velocidad, de tiempo, al quedar un ciclista anulado. En esa prueba una vez que caés, al ser por tiempo, queda anulada. Quedamos con un ciclista menos y facilitó el alcance.
¿En qué otras categorías te desempeñás? ¿Es siempre ciclismo de pista?
No, al principio hice un poco de mountain bike. Pero al poco tiempo ya me enfoqué de lleno en el ciclismo de ruta.
Seguramente habrá certámenes en los que vas a participar el año que viene.
El año que viene va a ser todo diferente, porque paso a otra categoría. Ya son otros tiempos, el campeonato de ruta va a ser a mediados de marzo. Y para junio o julio será el de pista. Este que disputé en Córdoba fue categoría Juveniles y Junior, mi último año.
¿A qué edad arrancaste en el ciclismo y cómo fueron tus inicios?
Arranqué a los 13 años, pero era todo más como un juego, muy diferente a lo de ahora. La primera bicicleta fue prestada. Era de Cacho Mila, ciclista de Atalaya. Comencé poco a poco. Después por medio de un pariente me prestaron otra y fui comprando el material.
¿Cómo es una semana de entrenamiento, pensando en este tipo de competencias?
Los entrenamientos para la pista son más bien cortos y explosivos, para estar rápido. Yo hace dos meses estaba yendo todos los fines de semana a entrenar a Junín, ya que mi entrenador es de allá y hay un velódromo. Era muy similar al de Córdoba, salvo la distancia: este era de 333 metros y el de Córdoba tenía 250. Era lo más similar donde se podía entrenar. Hacíamos entrenamientos a la mañana y a la tarde, muy específicos. La alimentación tiene mucha proteína, suplementación. Es muy complejo.
¿En ruta cambia el entrenamiento?
Sí, totalmente. En ruta ya es otra cosa. Son más horas de entrenamiento. Seis horas arriba de la bici, pasadas, mucha más carga horaria. Apunta más a la resistencia y a la fuerza.
¿Económicamente cómo se concreta la llegada a la bici y a la indumentaria?
La bicicleta tiene cuadro de fibra de carbono, ruedas lentriculares, todas tapadas también de fibra. Arriba de los 35 kilómetros por hora empieza a hacer fuerza centrífuga y a tirar para adelante. Adelante tiene una rueda de cinco rayos chatos de carbono. Son todas cositas que se precisan cuando uno quiere llegar ahí, que tienen mucho valor. Se utilizan cascos aerodinámicos, para tratar de que sea todo una sola pieza. Ropa pegada al cuerpo para generar toda la aerodinámica posible.
¿Qué preferís entre pista y ruta? ¿Cuál te parece la categoría más compleja?
Las dos tienen sus cosas. La pista como espectáculo es mucho más linda, pero la ruta es para disfrutar también.
¿Cuáles son los próximos objetivos?
Ahora vienen un par de semanas de descanso, para empezar de nuevo. Arranca la temporada de ruta pero en otra categoría, la sub-23, en la que participamos ciclistas de entre 18 y 23 años. Ahí nos enfocamos en el calendario bonaerense, en el cual se suman puntos.
Saliendo del circuito bonaerense, ¿qué te gustaría?
Me gustaría poder quedarme con algún campeonato argentino y si se puede competir en el exterior, sería un sueño. Sería muy lindo competir en las tres carreras más grandes del mundo: el Tour de Italia, la Vuelta de España y el Tour de Francia.
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